“En la Tupac Amaru tenemos más de 3.000 viviendas; tenemos 5 fábricas, fábricas metalúrgicas, textiles, de bloques; tenemos 13 polideportivos con pileta de natación. Imaginá que acá, en Jujuy, había solamente dos piletas, y a esas dos podían entrar la clase media y clase alta, los pobres no”.
“Nosotros hemos construido todo eso, y lo hicimos en menos de 5 años. Estamos dándoles de comer a 50 mil niños en toda la provincia, con centros comunitarios y copas de leche. En Jujuy la mayoría de los partidos políticos manejan sus ONG y fundaciones ‘para ayudar a los que menos tienen’. Ellos han recibido vagones de plata, ¿y qué hicieron con esa plata?... un montón de testaferros”, dice Milagro Sala.
–¿Por qué cree que Gerardo Morales la acusó de tener gente armada?
–Morales ha llegado a un lugar de histeria, no ha parado de inventar: que tenemos 500 armas, que estamos con el narcotráfico, que se nombraron 600 policías por recomendación mía..., ha convertido a Jujuy en un lugar peor que Colombia.
–¿Para qué?
–Porque lo ayuda a posicionarse, porque él se afianza como presidente de la Unión Cívica Radical, afianza su relación con Elisa Carrió y también se muestra como el único que les para la mano a los movimientos sociales. Para nosotros es una crisis, pero a él le viene bien, le sirve.
–No sólo Carrió, sino otros senadores y algunos editorialistas, como Joaquín Morales Solá, aseguraron que su organización tiene armas.
–Es que lamentablemente ellos arman un equipo, es como un equipo de fútbol, se juntan y dicen “a éste le toca”. Clarín y La Nación estuvieron conmigo el jueves casi todo el día. Visitaron las obras que estamos haciendo y ahora salen a decir que los compañeros que los acompañaron a conocerlas son mafiosos y guerrilleros. Los compañeros que los llevaron a conocer son presidentes de cooperativas, encargados de obra, encargados de las fábricas nuestras, que les mostraron cada lugar y les contaron cómo trabajamos... y ahora vemos la publicidad de las notas que nos muestran como mafiosos.
–¿Por qué accedieron a hacer las notas?
–Porque pensé que, si veían lo que estamos haciendo, iban a cambiar de opinión... y ahora estoy enojada conmigo misma. Ellos meten en la interna entre el Gobierno y la oposición a un perejil, porque la Túpac es un perejil para ellos, somos nadie. Pero van a tener que comprobar ante la Justicia que tenemos 500 armas y todo lo demás. Creen que pueden decir cualquier cosa: es Gerardo Morales, tiene fueros, no es negro, no es colla... Fue muy rápida, además, esta operación. El habla de que le tiraron huevos... yo no quiero justificar la violencia, pero él se olvida de que en el 2007 en la Legislatura, al actual intendente, él y su hermano lo llenaron de huevos. También hicieron escraches al juez Valdecantos.
–¿Tienen armas registradas en el Renar?
–Yo tengo una. Me la regaló Germán Abdala, la tengo guardada en una cajita con tapa de vidrio.
–¿Cuántos integrantes tiene la Tupac Amaru?
–Somos 70 mil afiliados.
–¿Y si suman a toda la red de organizaciones?
–No sé. Cuando movilizamos, somos entre 30 y 40 mil personas. Esta semana se hizo una marcha de más de 50 mil compañeros, no sólo de las organizaciones sociales sino de otra gente, compañeros que se sintieron tocados por lo que dijo Morales.
–¿Cómo pesa en lo político una organización de este tamaño?
–Nosotros dijimos muchas veces que lo que queremos es trabajar. En las elecciones no nos candidateamos a nada, aunque con la cantidad de compañeros que hay en la red de organizaciones sociales podríamos haberlo hecho, pero decidimos que no queríamos ser candidatos sino seguir trabajando.
–¿Por qué?
–Porque la política es sucia.
–La provincia tiene los peores índices sociales...
–Sí, faltan por ejemplo 100 mil viviendas, la pobreza está en el 35 por ciento, porque acá en Jujuy los jóvenes de 20 años ya tienen familia. Falta trabajo; nuestros compañeros no tienen dónde emplearse ni dónde estudiar.
–¿Cuántos trabajan ahora en las cooperativas?
–3.800 compañeros.
–¿Ellos cobran un sueldo o lo que reciben a cambio es un plan social?
–Tienen sueldos de entre 1.000 y 1.300 pesos, con obra social y seguro de vida. Están en blanco y las cooperativas pagan a la AFIP. Además, recibimos los fondos para la construcción a medida que avanzan las obras, con un control de cada etapa.
–Junto con la acusación de tener armas, se añadió la de recibir dinero del Estado.
–Bueno, que nos acusen el día que recibamos la plata y no construyamos nada, cuando estemos flojos de papeles. Ayer, la gente de Cobos salió a decir que Morales no se puede candidatear porque está flojo de papeles. Nosotros, en cambio, podemos mostrar todo.
–Además de la oposición, a la Túpac Amaru la criticaron organizaciones sociales de la provincia. El Perro Santillán y el PO, por ejemplo, dijeron que usan patotas.
–El PO marcha con el Perro Santillán y él habla mal de todo el mundo. Con el tiempo de militancia que tiene el Perro, hoy cuando sale a la calle no salen más de cien personas. Y cuando nosotros salimos juntamos cuadras y cuadras, porque los compañeros trabajan en las cooperativas, porque tienen más salud, más educación. Nosotros hemos armado una red de 24 organizaciones sociales. Entonces, él hoy se prende con los que ha puteado toda la vida, con los radicales. Dice que somos violentos pero, ¿no se acuerda de que en la década del ’90 andábamos tirando piedras y quemando gomas? El Perro tiene una memoria blanda. Se olvida también de que hace dos meses fue a tirar piedras contra la casa de gobierno. Se han juntado todos nuestros enemigos, y han llegado a pagar gente para que hablara mal de la organización: que manejamos fierros, que manejamos patotas.
–Decía que no quisieron presentarse a elecciones. ¿Qué rol piensa que deben cumplir las organizaciones sociales?
–Acá el Perro Santillán armó un partido político. Fue cuando él estaba en la cresta de la ola y creía que podía ser gobernador, pero la gente no lo votó. Esa experiencia le sirvió a mucha gente. Nosotros no queremos saber nada de hacer esa política, estamos bien como estamos, trabajando.
–¿Por qué fracasa ese salto de lo social a lo político?
–Es que la gente piensa que los políticos son políticos y los dirigentes sociales tienen que ser dirigentes sociales, que no se tienen que mezclar.
Laura Vales
–¿Qué es lo que más le duele de lo que está pasando estos días?
–Anímicamente, me afecta mucho cuando nos acusan de estar metidos en el negocio de la droga. Nosotros hemos sido pioneros en ayudar a los adictos, sacamos a muchos jóvenes y compañeros de la droga. Tenemos el orgullo de contar con varios miembros de la agrupación que se recuperaron y ahora viven mejor.
–¿Cómo los ayudaron a recuperarse?
–No es tan difícil, aunque no lo creas. Si vos te acercás a los jóvenes y les preguntás por qué se drogan o roban, te van a decir que es porque les falta trabajo y los discriminan, te van a decir que les falta cariño. Nosotros, dándoles fuentes de trabajo los hemos ayudado a sentirse útiles y eso los saca de la droga.
–¿Por qué cree que la acusan?
–Morales me responsabiliza por los huevos que le tiraron. Yo no estuve allí. La organización que hizo el escrache, que yo repudio, es parte de la coordinadora general de organizaciones sociales de Jujuy donde también está la Túpac, pero no somos nosotros.
–¿Cree que todo esto tiene algo de discriminación?
–Sí. En primer lugar por ser mujer y en segundo por ser kolla. Además, me siento utilizada por Gerardo Morales para la interna radical que tiene con Cobos. Eso que dijo de que andamos armados es una locura. Quién puede imaginar que el Registro Nacional de Armas (Renar) nos va a autorizar a nosotros a tener 500 armas, es ridículo. Nosotros vamos a ir a la Justicia a ver quién dice la verdad.
–¿Estaría de acuerdo con una reforma del rol de los movimientos de desocupados?
–Por supuesto que sí. No tenemos problemas de trabajar con los partidos. Lo que pasa es que los partidos tradicionales nos ven crecer y se asustan.
–Si las organizaciones se transformaran en empresas sociales, ¿estaría de acuerdo?
–Claro que sí. Pero quiero decirte algo: los 5.000 cooperativistas que tienen trabajo fijo en la Túpac están en blanco. El objetivo principal que tenemos es que el cambio social que haya sea en beneficio de los que menos tienen, y te aclaro, yo no quiero ser candidata a nada. Las organizaciones sociales existimos porque los partidos políticos no hicieron nada durante la década del ’90. En esa época, muchos de nuestros compañeros perdieron el trabajo.
–¿Usted cree que el Estado debería ocupar el lugar de las organizaciones?
–Por supuesto. Sería importantísimo que se hicieran cargo de los pobres, hay tanta pobreza acá.
–¿Qué les dice a los que afirman que la Túpac práctica el clientelismo?
–Yo he visto cómo llevaban a los empleados públicos a los actos del radicalismo, conozco gente a la que echaron de la intendencia sólo por ser amiga de los movimientos de desocupados. Estos días que pasaron quedó claro que el que apretó a la justicia y a la policía fue el senador Morales, no nosotros.
Otros tiempos: el impresentable titular de la UCR, Senador Gerardo Morales, participó de actividades de la organización Tupac Amaru cuando era compañero de fórmula de Roberto Lavagna y se fotografió con la dirigente contra la que ahora lanzó graves denuncias.
–¿Qué es lo que más le duele de lo que está pasando estos días?
–Anímicamente, me afecta mucho cuando nos acusan de estar metidos en el negocio de la droga. Nosotros hemos sido pioneros en ayudar a los adictos, sacamos a muchos jóvenes y compañeros de la droga. Tenemos el orgullo de contar con varios miembros de la agrupación que se recuperaron y ahora viven mejor.
–¿Cómo los ayudaron a recuperarse?
–No es tan difícil, aunque no lo creas. Si vos te acercás a los jóvenes y les preguntás por qué se drogan o roban, te van a decir que es porque les falta trabajo y los discriminan, te van a decir que les falta cariño. Nosotros, dándoles fuentes de trabajo los hemos ayudado a sentirse útiles y eso los saca de la droga.
–¿Por qué cree que la acusan?
–Morales me responsabiliza por los huevos que le tiraron. Yo no estuve allí. La organización que hizo el escrache, que yo repudio, es parte de la coordinadora general de organizaciones sociales de Jujuy donde también está la Túpac, pero no somos nosotros.
–¿Cree que todo esto tiene algo de discriminación?
–Sí. En primer lugar por ser mujer y en segundo por ser kolla. Además, me siento utilizada por Gerardo Morales para la interna radical que tiene con Cobos. Eso que dijo de que andamos armados es una locura. Quién puede imaginar que el Registro Nacional de Armas (Renar) nos va a autorizar a nosotros a tener 500 armas, es ridículo. Nosotros vamos a ir a la Justicia a ver quién dice la verdad.
–¿Estaría de acuerdo con una reforma del rol de los movimientos de desocupados?
–Por supuesto que sí. No tenemos problemas de trabajar con los partidos. Lo que pasa es que los partidos tradicionales nos ven crecer y se asustan.
–Si las organizaciones se transformaran en empresas sociales, ¿estaría de acuerdo?
–Claro que sí. Pero quiero decirte algo: los 5.000 cooperativistas que tienen trabajo fijo en la Túpac están en blanco. El objetivo principal que tenemos es que el cambio social que haya sea en beneficio de los que menos tienen, y te aclaro, yo no quiero ser candidata a nada. Las organizaciones sociales existimos porque los partidos políticos no hicieron nada durante la década del ’90. En esa época, muchos de nuestros compañeros perdieron el trabajo.
–¿Usted cree que el Estado debería ocupar el lugar de las organizaciones?
–Por supuesto. Sería importantísimo que se hicieran cargo de los pobres, hay tanta pobreza acá.
–¿Qué les dice a los que afirman que la Túpac práctica el clientelismo?
–Yo he visto cómo llevaban a los empleados públicos a los actos del radicalismo, conozco gente a la que echaron de la intendencia sólo por ser amiga de los movimientos de desocupados. Estos días que pasaron quedó claro que el que apretó a la justicia y a la policía fue el senador Morales, no nosotros.
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